¡Hola mis chicas!
Espero que hayáis disfrutado de la semana, el tema de hoy es la dichosa «vergüenza» eso que nos impide llegar a nuestros objetivos y alcanzar nuestras metas, eso que surge de un deseo que fue expresado pero no acogido por el resto, eso.
Pues bien, hoy vengo a motivaros lo suficiente para que disfrutéis de la adrenalina supone tener «miedo relativo» al desprendernos de la vergüenza (para las que no os acordéis de qué es ese tipo de miedo os dejo aquí el enlace a la entrada en la que os lo desarrollé) es muy importante que a pesar de tener miedo/respeto por algo, ese miedo no nos paralice a la hora de seguir el camino que nos lleva a disfrutar de la vida.
Es verdad que a veces, no todo sale siempre como una quiere, a veces hay que detenerse para empezar de nuevo. La vida son etapas, unas son buenas y otras… lo único que hacen es enseñarnos, pero si una cosa tenemos clara es que siempre hay algo por lo que luchar y algo por lo que sonreír.
De verdad mis chicas, no os comáis tanto la cabeza y vivid, que el tiempo vuela y no espera a nadie.
En vez de pensar en el qué dirán, tenemos que empezar a fijarnos en la gente que nos escucha sonriendo mientras contamos algo, en la gente que nos demuestra que se acuerda de nosotras simplemente por saludarnos por nuestro nombre, en la gente que nos dedica una canción, en nosotras mismas, en todo lo que hemos conseguido hasta el día de hoy y todo lo que queremos conseguir.
Focalizar nuestro pensamiento en aspectos positivos de la vida nos garantiza el poder disfrutar de cada uno de sus caminos, y tener claro que si algo no sale como esperábamos obtenemos algo tan valioso como es la experiencia y el aprendizaje nos hará ir creciendo como persona.
Estoy segura de que habéis visto alguna vez una escena mítica en todas las películas de amor, en la que la chica está en el lago, normalmente para desconectar de alguna situación y de pronto se empieza a desvestir y se tira de una manera «loca» a bañarse independientemente de los grados que haga y de lo que la rodea.
Pues bien, lo que quiero que hagáis es que vosotras también os tiréis, que os quitéis de encima la más mínima vergüenza que podáis tener, y disfrutéis de cada momento como si fuera el último.
¡Feliz viernes y feliz fin de semana, espero que disfrutéis de todo y seáis un poco «sinvergüenzas» en el buen sentido de la palabra!