¡Hola mis chicas! 

Ya estamos en febrero, ¿cómo puede pasar tan rápido el tiempo?

Como casi todos los viernes, vengo a quitaros un miedo de encima que no es más que un falso mito, pues bien, el entrenamiento de fuerza no es ni mucho menos lesivo, de hecho es todo lo contrario. Un entrenamiento bien planificado se puede convertir en la causa de que no te lesiones a largo plazo.

Actualmente, son pocas las mujeres que incluyen el entrenamiento de fuerza en sus rutinas, pero poco a poco ese porcentaje va aumentando, ya que los beneficios que este tipo de entrenamiento produce son más que evidentes.

Está normalizado el pensar que si trabajas fuerza o bien te puedes lesionar fácilmente o te vas a poner tan musculosa que no te gusta estéticamente, pues chicas, ni una cosa ni la otra son ciertas.

El concepto de entrenamiento de fuerza se ha asimilado de manera errónea. Trabajando la fuerza mejorarás tus músculos, harás que éstos sean mucho más eficientes y se verá reducido el riesgo de lesión, ya que tu cuerpo está más preparado que nunca.

Además, el trabajo de fuerza hace que consumas oxígeno post-entrenamiento, ¿qué quiere decir esto? que este tipo de entrenamiento conlleva un consumo calórico elevado, ya que a mayor musculatura en el cuerpo, mayor gasto energético en reposo. ¿Esto motiva eh?

Con el ejercicio de fuerza, al terminar, incrementamos la circulación, el ritmo cardíaco y la ventilación, con él podemos conseguir mejores y mayores resultados en menos tiempo e incluso con menos sesiones de entrenamiento a la semana.

Obviamente, todo este entrenamiento debe estar correctamente planificado y acompañado por una buena alimentación.

Simplemente, mis chicas, si entrenáis la fuerza los resultados llegarán.

Así que ya sabéis, a darle caña y a quitar el miedo, creo que os he dejado aquí una buena lista de motivos por los cuales tenéis que practicar este tipo de entrenamiento.

¡El lunes quiero veros apuntadas en nuestra clase de TONO para darle caña a esos cuerpazos!

¡Feliz viernes, feliz fin de semana!

 

*Para leer el estudio científico pincha aquí.

 

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